para que pueda huir allí el homicida que mate a una persona accidentalmente, sin premeditación, a fin de que sirvan de refugio ante el vengador de la sangre.
Así cualquier persona que mate a otra accidentalmente o sin premeditación podrá huir a esas ciudades para refugiarse del vengador del delito de sangre.
Cualquiera que, sin querer, mate a otra persona, podrá refugiarse en esas ciudades y así escapar de los parientes del muerto que quieran vengarse.
a las que pueda huir el homicida que haya matado a alguien por inadvertencia (sin querer), y que le sirvan de asilo contra el vengador de la sangre.
para que se acoja allí el homicida que matare a alguno por accidente y no a sabiendas; y os servirán de refugio contra el vengador de la sangre.
Para que se refugie allí el homicida que matare a alguno por yerro y no a sabiendas; que os sean por refugio del cercano del muerto.