Y sucedió que a la séptima vez, cuando los sacerdotes habían tocado las cornetas, Josué dijo al pueblo: —¡Gritad, porque Jehovah os entrega la ciudad!
A la séptima vuelta, los sacerdotes tocaron las trompetas, y Josué le ordenó al ejército: '¡Empiecen a gritar! ¡El Señor les ha entregado la ciudad!
En la séptima vuelta, mientras los sacerdotes tocaban sus trompetas, Josué dio la orden: «¡Griten con todas sus fuerzas! ¡Dios nos ha entregado la ciudad!
La séptima vez, los sacerdotes tocaron la trompeta y Josué dijo al pueblo: «¡Lanzad el grito de guerra, porque Yahveh os ha entregado la ciudad!»
Y cuando los sacerdotes tocaron las bocinas la séptima vez, Josué dijo al pueblo: Gritad, porque Jehová os ha entregado la ciudad.
Y como los sacerdotes hubieron tocado las bocinas la séptima vez, Josué dijo al pueblo: Dad grita, porque Jehová os ha entregado la ciudad.