—Además, los jefes les dijeron—: Dejadlos vivir. Así llegaron a ser cortadores de leña y portadores de agua para toda la congregación, como les habían dicho los jefes.
Luego añadieron: Se les permitirá vivir, pero a cambio de ser los leñadores y aguateros de la comunidad. De ese modo, los jefes de la comunidad cumplieron su promesa.
Pero ellos tendrán que trabajar para nosotros cortando leña y acarreando agua.
Les dijeron también los principales: «Que vivan, pero que sean leñadores y aguadores de toda la comunidad.» Así les dijeron los principales.
Dijeron, pues, de ellos los príncipes: Dejadlos vivir; y fueron constituidos leñadores y aguadores para toda la congregación, concediéndoles la vida, según les habían prometido los príncipes.
Y los príncipes les dijeron: Vivan; mas sean leñadores y aguadores para toda la congregación, como los príncipes les han dicho.