Vino a lo que era suyo, pero los suyos no lo recibieron.
La Palabra vino a vivir a este mundo, pero su pueblo no la aceptó.
Vino a su casa, y los suyos no la recibieron.
A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.
A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.