A su llegada, Jesús se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro.
Como el pueblo de Betania estaba a unos tres kilómetros de la ciudad de Jerusalén, muchos de los judíos que vivían cerca de allí fueron a visitar a Marta y a María, para consolarlas por la muerte de su hermano. Cuando Jesús llegó a Betania, se enteró de que habían sepultado a Lázaro cuatro días antes.
Cuando llegó Jesús, se encontró con que Lázaro llevaba ya cuatro días en el sepulcro.
Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que Lázaro estaba en el sepulcro.
Vino, pues, Jesús, y halló que hacía ya cuatro días que él estaba en el sepulcro.