También Judas, el que le entregaba, conocía aquel lugar, porque Jesús solía reunirse allí con sus discípulos.
También Judas, el que lo traicionaba, conocía aquel lugar, porque muchas veces Jesús se había reunido allí con sus discípulos.
Judas Iscariote había prometido traicionar a Jesús. Conocía bien el lugar donde estaban Jesús y los otros discípulos, porque allí se habían reunido muchas veces. Entonces, llegó Judas al jardín con una tropa de soldados romanos. Los acompañaban unos guardias del templo, que habían sido enviados por los sacerdotes principales y por los fariseos. Iban armados, y llevaban lámparas y antorchas. Jesús ya sabía lo que iba a suceder. Cuando los vio venir, salió a su encuentro y les preguntó: —¿A quién buscan? —A Jesús de Nazaret —respondieron ellos. Jesús les dijo: —Yo soy.
Pero también Judas, el que le entregaba, conocía el sitio, porque Jesús se había reunido allí muchas veces con sus discípulos.
Y también Judas, el que le entregaba, conocía aquel lugar, porque muchas veces Jesús se había reunido allí con sus discípulos.
Y también Judas, el que le entregaba, conocía aquel lugar; porque Jesús muchas veces se reunía allí con sus discípulos.