Entonces todos gritaron de nuevo diciendo: —¡No a éste, sino a Barrabás! Y Barrabás era un asaltante.
--¡No, no sueltes a ése; suelta a Barrabás! --volvieron a gritar desaforadamente. Y Barrabás era un bandido.*
Hacía algún tiempo, Pilato había arrestado a un bandido llamado Barrabás. Por eso, cuando Pilato preguntó si querían que soltara al rey de los judíos, algunos de ellos gritaron: «¡No, a ese no! ¡Deja libre a Barrabás!»
Ellos volvieron a gritar diciendo: «¡A ése, no; a Barrabás!» Barrabás era un salteador.
Entonces todos dieron voces de nuevo, diciendo: No a éste, sino a Barrabás. Y Barrabás era ladrón.
Entonces todos dieron voces otra vez, diciendo: No a éste, sino a Barrabás. Y Barrabás era ladrón.