Cuando Jesús les dijo: 'Yo soy', dieron un paso atrás y se desplomaron.
Los soldados y los guardias del templo cayeron de espaldas al suelo.
Cuando les dijo: «Yo soy», retrocedieron y cayeron en tierra.
Cuando les dijo: Yo soy, retrocedieron, y cayeron a tierra.
Y como les dijo, Yo soy, retrocedieron, y cayeron a tierra.