Desde entonces Pilato procuraba soltarle. Pero los judíos gritaron diciendo: —Si sueltas a éste, no eres amigo del César. Todo aquel que se hace rey se opone al César.
Desde entonces Pilato procuraba poner en libertad a Jesús, pero los judíos gritaban desaforadamente: --Si dejas en libertad a este hombre, no eres amigo del emperador. Cualquiera que pretende ser rey se hace su enemigo.
A partir de ese momento, Pilato buscó la manera de dejar libre a Jesús, pero la gente gritó: —¡Si dejas libre a ese hombre, no eres amigo del emperador romano! ¡Cualquiera que quiera hacerse rey, es enemigo del emperador!
Desde entonces Pilato trataba de librarle. Pero los judíos gritaron: «Si sueltas a ése, no eres amigo del César; todo el que se hace rey se enfrenta al César.»
Desde entonces procuraba Pilato soltarle; pero los judíos daban voces, diciendo: Si a éste sueltas, no eres amigo de César; todo el que se hace rey, a César se opone.
Desde entonces procuraba Pilato soltarle; mas los judíos daban voces, diciendo: Si a éste sueltas, no eres amigo de César; cualquiera que se hace rey, contradice a César.