Pero yo no recibo el testimonio de parte del hombre; más bien, digo esto para que vosotros seáis salvos.
Y no es que acepte yo el testimonio de un hombre; más bien lo menciono para que ustedes sean salvos.
Las enseñanzas de Juan fueron como una lámpara encendida en la oscuridad, y por un tiempo ustedes se alegraron de escucharlas. »Pero yo no necesito que nadie hable bien de mí. Si he mencionado a Juan, ha sido sólo para que ustedes crean y Dios los salve.
No es que yo busque testimonio de un hombre, sino que digo esto para que os salvéis.
Pero yo no recibo testimonio de hombre alguno; mas digo esto, para que vosotros seáis salvos.
Pero yo no recibo el testimonio de hombre; mas esto digo, para que vosotros seáis salvos.