Al instante aquel hombre quedó sano, así que tomó su camilla y echó a andar. Pero ese día era sábado.
En ese momento el hombre quedó sano, alzó su camilla y comenzó a caminar. Esto sucedió un sábado, que es el día de descanso obligatorio para los judíos.
Y al instante el hombre quedó curado, tomó su camilla y se puso a andar. Pero era sábado aquel día.
Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día.
Y al instante aquel hombre fue sano, y tomó su lecho, y anduvo. Y era sábado aquel día.