--Señor --contestó Simón Pedro--, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
Simón Pedro le contestó: —¿Y a quién seguiríamos, Señor? Sólo tus palabras dan vida eterna.
Le respondió Simón Pedro: «Señor, ¿donde quién vamos a ir? Tú tienes palabras de vida eterna,
Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.
Y Simón Pedro le respondió: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna.