Entonces procuraban prenderle, pero nadie puso su mano sobre él, porque todavía no había llegado su hora.
Entonces quisieron arrestarlo, pero nadie le echó mano porque aún no había llegado su hora.
Algunos hombres de Jerusalén quisieron arrestar a Jesús, pero no pudieron, pues todavía no había llegado el momento de que todos supieran quién era.
Querían, pues, detenerle, pero nadie le echó mano, porque todavía no había llegado su hora.
Entonces procuraban prenderle; pero ninguno le echó mano, porque aún no había llegado su hora.
Entonces procuraban prenderle; mas ninguno puso mano sobre él, porque aún no había llegado su hora.