Al amanecer se presentó de nuevo en el templo. Toda la gente se le acercó, y él se sentó a enseñarles.
Al día siguiente, al amanecer, Jesús regresó al templo. La gente se acercó, y él se sentó para enseñarles.
Pero de madrugada se presentó otra vez en el Templo, y todo el pueblo acudía a él. Entonces se sentó y se puso a enseñarles.
Y por la mañana volvió al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.
Y muy de mañana vino otra vez al templo, y todo el pueblo vino a él; y sentado él, les enseñaba.