El que es de Dios escucha las palabras de Dios. Por esta razón vosotros no las escucháis, porque no sois de Dios.
El que es de Dios escucha lo que Dios dice. Pero ustedes no escuchan, porque no son de Dios.
Los hijos de Dios escuchan con atención todo lo que Dios dice. Pero ustedes no le ponen atención porque no son sus hijos.
El que es de Dios, escucha las palabras de Dios; vosotros no las escucháis, porque no sois de Dios.»
El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por esto no las oís vosotros, porque no sois de Dios.
El que es de Dios, las palabras de Dios oye; por eso no las oís vosotros, porque no sois de Dios.