El respondió: —El hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos y me dijo: 'Vé a Siloé y lávate.' Entonces cuando fui y me lavé, recibí la vista.
--Ese hombre que se llama Jesús hizo un poco de barro, me lo untó en los ojos y me dijo: 'Ve y lávate en Siloé.' Así que fui, me lavé, y entonces pude ver.
Él respondió: —Un hombre llamado Jesús hizo lodo, me lo puso en los ojos, y me dijo que fuera a la piscina de Siloé y que me lavara. Yo fui, y en cuanto me lavé los ojos pude ver.
El respondió: «Ese hombre que se llama Jesús, hizo barro, me untó los ojos y me dijo: “Vete a Siloé y lávate.” Yo fui, me lavé y vi.»
Respondió él y dijo: Aquel hombre que se llama Jesús hizo lodo, me untó los ojos, y me dijo: Ve al Siloé, y lávate; y fui, y me lavé, y recibí la vista.
Respondió él y dijo: El hombre que se llama Jesús hizo lodo, y me untó los ojos, y me dijo: Ve al estanque de Siloé, y lávate, y fui y me lavé, y recibí la vista.