Así que por segunda vez llamaron al hombre que había sido ciego y le dijeron: —¡Da gloria a Dios! Nosotros sabemos que este hombre es pecador.
Por segunda vez llamaron los judíos al que había sido ciego, y le dijeron: --Júralo por Dios.* A nosotros nos consta que ese hombre es pecador.
Los jefes judíos volvieron a llamar al que había sido ciego, y le dijeron: —Júranos por Dios que nos vas a decir la verdad. Nosotros sabemos que el hombre que te sanó es un pecador.
Le llamaron por segunda vez al hombre que había sido ciego y le dijeron: «Da gloria a Dios. Nosotros sabemos que ese hombre es un pecador.»
Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, y le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que ese hombre es pecador.
Entonces volvieron a llamar al hombre que había sido ciego, y le dijeron: Da gloria a Dios; nosotros sabemos que este hombre es pecador.