¡Cómo se ha empañado el oro! ¡Cómo se ha alterado el buen oro! Las piedras del santuario están esparcidas por los cruces de todas las calles.
[1] Álef - ¡El oro ha perdido su lustre! ¡Se ha empañado el oro fino! ¡Regadas por las esquinas de las calles se han quedado las joyas sagradas!
¡Perdió el oro su brillo! ¡Quedó totalmente empañado! ¡Por las esquinas de las calles quedaron regadas las joyas del templo!
= Alef. = ¡Cómo, ay, se ha deslucido, el oro se ha alterado el oro mejor! Las piedras sagradas están, ay, esparcidas por las esquinas de todas las calles.
/n¡Cómo se ha ennegrecido el oro! /n¡Cómo el buen oro ha perdido su brillo! /nLas piedras del santuario están esparcidas por las encrucijadas de todas las calles.
¡CÓMO se ha oscurecido el oro! ¡Cómo el buen oro se ha demudado! Las piedras del santuario están esparcidas por las encrucijadas de todas las calles.