El aliento de nuestra vida, el ungido de Jehovah, ha sido atrapado en sus fosas; aquel de quien habíamos dicho: 'A su sombra viviremos entre las naciones.'
Resh - También cayó en sus redes el *ungido del Señor, que era nuestra razón de vivir. Era él de quien decíamos: ¡Viviremos bajo su sombra entre las naciones!
La sombra que nos protegía era nuestro rey; Dios mismo nos lo había dado. ¡Pero hasta él cayó prisionero!
= Res. = Nuestro aliento vital, el ungido de Yahveh, quedó preso en sus fosas; aquel de quien decíamos: «¡A su sombra viviremos entre las naciones!»
/nEl aliento de nuestras vidas, el ungido de Jehová, /nDe quien habíamos dicho: A su sombra tendremos vida entre las naciones, fue apresado en sus lazos.
El respiro de nuestra nariz, el ungido de Jehová, De quien habíamos dicho: A su sombra tendremos vida entre las naciones; fue preso en sus hoyos.