Nuestra cabeza se ha quedado sin corona. ¡Ay de nosotros; hemos pecado!
¡Pobres de nosotros! Por el pecado perdimos el reino.
Ha caído la corona de nuestra cabeza. ¡Ay de nosotros, que hemos pecado!
/nCayó la corona de nuestra cabeza; /n¡Ay ahora de nosotros! porque pecamos.
Cayó la corona de nuestra cabeza: ¡Ay ahora de nosotros! porque pecamos.