'El hombre o la mujer en quien haya espíritu de los muertos o que sea adivino morirá irremisiblemente. Los apedrearán; su sangre será sobre ellos.'
'Cualquiera de ustedes, hombre o mujer, que sea nigromante o espiritista, será condenado a muerte. Morirá apedreado, y será responsable de su propia muerte.'
»Si alguien, hombre o mujer, consulta a los muertos o practica la adivinación, deberán matarlo a pedradas».
El hombre o la mujer en que haya espíritu de nigromante o adivino, morirá sin remedio: los lapidarán. Caerá su sangre sobre ellos.
Y el hombre o la mujer que evocare espíritus de muertos o se entregare a la adivinación, ha de morir; serán apedreados; su sangre será sobre ellos.
Y el hombre o la mujer en quienes hubiere espíritu de pitonisa o de adivinación, han de ser muertos; los apedrearán con piedras; su sangre será sobre ellos.