'‘Ningún extraño podrá comer de lo que es sagrado; ni el huésped del sacerdote, ni el asalariado lo podrán comer.
'Nadie ajeno a la familia sacerdotal comerá de las ofrendas sagradas, ni tampoco comerá de ellas ningún huésped del sacerdote, ni su jornalero.
»De las ofrendas especiales sólo podrán comer los sacerdotes, sus familias y sus esclavos. Ningún empleado o invitado de un sacerdote podrá comer de ellas.
Ningún laico comerá de las cosas sagradas; ningún huésped del sacerdote ni jornalero suyo comerá de las cosas sagradas.
Ningún extraño comerá cosa sagrada; el huésped del sacerdote, y el jornalero, no comerán cosa sagrada.
Ningún extraño comerá cosa sagrada; el huésped del sacerdote, ni el jornalero, no comerá cosa sagrada.