Si alguien desea rescatar algo de su diezmo, deberá añadir a su valor una quinta parte.
Si alguno quiere rescatar parte de su diezmo, añadirá la quinta parte de su valor.
Y si alguno quisiere rescatar algo del diezmo, añadirá la quinta parte de su precio por ello.
Y si alguno quisiere redimir algo de sus diezmos, añadirá una quinta parte a ello.