El sebo de un animal mortecino y el sebo de un animal despedazado podrán usarse para cualquier otro uso, pero en ningún caso los comeréis.
La grasa de un animal muerto o destrozado podrá usarse con cualquier otro fin, menos para comerla.
La grasa de los animales muertos o despedazados por las fieras podrán usarla para lo que quieran, menos para comerla.
El sebo de animal muerto o destrozado podrá servir para cualquier uso, pero en modo alguno lo comeréis.
La grosura de animal muerto, y la grosura del que fue despedazado por fieras, se dispondrá para cualquier otro uso, mas no la comeréis.
La grosura de animal mortecino, y la grosura del que fue arrebatado de fieras, se aparejará para cualquier otro uso, mas no lo comeréis.