nos concedió que fuéramos libres del temor, al rescatarnos del poder de nuestros enemigos, para que le sirviéramos
que iba a salvarnos de nuestros enemigos. »Así podríamos servirle sin ningún temor,
que, libres de manos enemigas, podamos servirle sin temor
Que, librados de nuestros enemigos, Sin temor le serviríamos
Que nos habría de conceder, Que liberados de la mano de nuestros enemigos, Sin temor le serviríamos,