Volviéndose a los discípulos les dijo aparte: —Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis.
Volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: 'Dichosos los ojos que ven lo que ustedes ven.
Cuando Jesús se quedó a solas con sus discípulos, les dijo: «Dichosos ustedes, que pueden ver todo lo que sucede ahora.
Volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: «¡Dichosos los ojos que ven lo que veis!
Y volviéndose a los discípulos, les dijo aparte: Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis;
Y volviéndose a sus discípulos, les dijo en privado: Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis: