Pero el fariseo se sorprendió al ver que Jesús no había cumplido con el rito de lavarse antes de comer.
El fariseo se sorprendió mucho al ver que Jesús no se había lavado las manos antes de comer.
Pero el fariseo se quedó admirado viendo que había omitido las abluciones antes de comer.
El fariseo, cuando lo vio, se extrañó de que no se hubiese lavado antes de comer.
Y el fariseo, cuando lo vio, se maravilló de que no se lavó antes de comer.