Y él razonaba dentro de sí, diciendo: '¿Qué haré? Porque ya no tengo dónde juntar mis productos.'
Así que se puso a pensar: '¿Qué voy a hacer? No tengo dónde almacenar mi cosecha.'
Era tanto lo que se había recogido, que el rico no sabía dónde guardar los granos.
y pensaba entre sí, diciendo: “¿Qué haré, pues no tengo donde reunir mi cosecha?”
Y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde guardar mis frutos?
y él pensaba dentro de sí, diciendo: ¿Qué haré, porque no tengo dónde almacenar mis frutos?