¿No se venden cinco pajaritos por dos cuartos? Pues ni uno de ellos está olvidado delante de Dios.
¿No se venden cinco gorriones por dos moneditas?* Sin embargo, Dios no se olvida de ninguno de ellos.
»Cinco pajaritos apenas valen unas cuantas monedas. Sin embargo, Dios se preocupa por cada uno de ellos.
«¿No se venden cinco pajarillos por dos ases? Pues bien, ni uno de ellos está olvidado ante Dios.
¿No se venden cinco pajarillos por dos cuartos? Con todo, ni uno de ellos está olvidado delante de Dios.
¿No se venden cinco pajarillos por dos blancas? Y ni uno de ellos está olvidado delante de Dios.