A la puerta de su casa se tendía un mendigo llamado Lázaro, que estaba cubierto de llagas
En cambio, junto a la entrada de su casa había un hombre pobre, llamado Lázaro, que tenía la piel llena de llagas. Unas personas lo sentaban siempre allí,
Y uno pobre, llamado Lázaro, que, echado junto a su portal, cubierto de llagas,
Había también un mendigo llamado Lázaro, que estaba echado a la puerta de aquél, lleno de llagas,
Había también un mendigo llamado Lázaro, el cual estaba echado a la puerta de él, lleno de llagas,