'Llegó otro siervo y dijo: 'Señor, aquí tiene su dinero; lo he tenido guardado, envuelto en un pañuelo.
»Después llegó otro empleado y dijo: “Señor, yo sé que usted es un hombre muy exigente, que pide hasta lo imposible. Por eso me dio miedo, así que envolví el dinero en un pañuelo y lo guardé. Aquí se lo devuelvo todo.”
«Vino el otro y dijo: “Señor, aquí tienes tu mina, que he tenido guardada en un lienzo;
Vino otro, diciendo: Señor, aquí está tu mina, la cual he tenido guardada en un pañuelo;
Y vino otro, diciendo: Señor, he aquí tu mina, la cual he tenido guardada en un pañuelo;