Jesús siguió creciendo en sabiduría y estatura, y cada vez más gozaba del favor de Dios y de toda la gente.
Mientras tanto, Jesús seguía creciendo en sabiduría y en estatura. Dios y toda la gente del pueblo estaban muy contentos con él, y lo querían mucho.
Jesús progresaba en sabiduría, en estatura y en gracia ante Dios y ante los hombres.
Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.
Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres.