Y no pudieron sorprenderle en ninguna palabra delante del pueblo. Más bien callaron, maravillados de su respuesta.
No pudieron atraparlo en lo que decía en público. Así que, admirados de su respuesta, se callaron.
Los espías no lograron que Jesús cayera en la trampa. Quedaron sorprendidos por su respuesta y no supieron decir nada más.
No pudieron sorprenderle en ninguna palabra ante el pueblo y, maravillados por su respuesta, se callaron.
Y no pudieron sorprenderle en palabra alguna delante del pueblo, sino que maravillados de su respuesta, callaron.
Y no pudieron prenderle en sus palabras delante del pueblo; y se maravillaron de su respuesta, y callaron.