Él no es Dios de muertos, sino de vivos; en efecto, para él todos ellos viven.
Con eso, Moisés estaba demostrando que Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para Dios todos ellos están vivos.
No es un Dios de muertos, sino de vivos, porque para él todos viven.»
Porque Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para él todos viven.
Porque él no es Dios de muertos, sino de vivos; porque todos viven para él.