Pero Jesús, volviéndose hacia ellas, les dijo: —Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos.
Jesús se volvió hacia ellas y les dijo: --Hijas de Jerusalén, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos.
Jesús se volvió y les dijo: «¡Mujeres de Jerusalén! No lloren por mí. Más bien, lloren por ustedes y por sus hijos.
Jesús, volviéndose a ellas, dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos.
Pero Jesús, vuelto hacia ellas, les dijo: Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos.
Mas Jesús, volviéndose a ellas, les dijo: Hijas de Jerusalem, no lloréis por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros hijos.