Así que el diablo, habiendo agotado todo recurso de tentación, lo dejó hasta otra oportunidad.
El diablo le puso a Jesús todas las trampas posibles, y como ya no encontró más qué decir, se alejó de él por algún tiempo.
Acabada toda tentación, el diablo se alejó de él hasta un tiempo oportuno.
Y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de él por un tiempo.
Y cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de él por un tiempo.