'Ningún árbol bueno da fruto malo; tampoco da buen fruto el árbol malo.
Jesús también les dijo: «Ningún árbol bueno produce frutos malos, y ningún árbol malo produce frutos buenos.
«Porque no hay árbol bueno que dé fruto malo y, a la inversa, no hay árbol malo que dé fruto bueno.
No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen fruto.
Porque no es buen árbol el que da mal fruto; ni árbol malo el que da buen fruto.