El temor se apoderó de todos, y glorificaban a Dios diciendo: —¡Un gran profeta se ha levantado entre nosotros! ¡Dios ha visitado a su pueblo!
Todos se llenaron de temor y alababan a Dios. --Ha surgido entre nosotros un gran profeta --decían--. Dios ha venido en ayuda de* su pueblo.
Al ver eso, la gente tuvo mucho miedo y comenzó a alabar a Dios. Todos decían: «¡Hay un profeta entre nosotros! ¡Ahora Dios va a ayudarnos!»
El temor se apoderó de todos, y glorificaban a Dios, diciendo: «Un gran profeta se ha levantado entre nosotros», y «Dios ha visitado a su pueblo».
Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo.
Y todos tuvieron miedo, y glorificaban a Dios, diciendo: Un gran profeta se ha levantado entre nosotros; y: Dios ha visitado a su pueblo.