Lucas 8:47

Entonces, cuando la mujer vio que no había pasado inadvertida, fue temblando; y postrándose delante de él, declaró ante todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo había sido sanada al instante.

Otras versiones de la Biblia

La mujer, al ver que no podía pasar inadvertida, se acercó temblando y se arrojó a sus pies. En presencia de toda la gente, contó por qué lo había tocado y cómo había sido sanada al instante.

- Versão NVI-ES (Nueva Version Internacional)

Cuando la mujer vio que ya no podía esconderse, temblando de miedo fue y se arrodilló delante de Jesús. Luego, frente a todos los que estaban allí, contó por qué había tocado el manto de Jesús, y cómo de inmediato había quedado sana.

- Versão TLA (Traducción en Lenguaje Actual)

Viéndose descubierta la mujer, se acercó temblorosa, y postrándose ante él, contó delante de todo el pueblo por qué razón le había tocado, y cómo al punto había sido curada.

- Versão BJ-ES (Biblia de Jerusalen)

Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, y postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo al instante había sido sanada.

- Versão RVR60 (Reina Valera 1960)

Entonces, viendo la mujer que no se había ocultado, vino temblando, y postrándose delante de él le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo luego había sido sanada.

- Versão RVR04 (Reina Valera 2004)

Contexto del verso

  • 46
    Jesús dijo: —Alguien me ha tocado, porque yo sé que ha salido poder de mí.
  • 47
    Entonces, cuando la mujer vio que no había pasado inadvertida, fue temblando; y postrándose delante de él, declaró ante todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo había sido sanada al instante.
  • 48
    El le dijo: —Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz.

Imagen del verso

Entonces, cuando la mujer vio que no había pasado inadvertida, fue temblando; y postrándose delante de él, declaró ante todo el pueblo por qué causa le había tocado, y cómo había sido sanada al instante. - Lucas 8:47