--Hija, tu fe te ha sanado --le dijo Jesús--. Vete en paz.
Jesús entonces le dijo a la mujer: —Hija, fuiste sanada porque confiaste en mí. Puedes irte en paz.
El le dijo: «Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz.»
Y él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz.
Y él le dijo: Hija, ten buen ánimo; tu fe te ha salvado; ve en paz.