Todos lloraban y lamentaban por ella. Pero él dijo: —No lloréis. Ella no ha muerto, sino que duerme.
Todos estaban llorando y se lamentaban por ella. --Dejen de llorar --les dijo Jesús--. No está muerta sino dormida.
Todos la lloraban y se lamentaban, pero él dijo: «No lloréis, no ha muerto; está dormida.»
Y lloraban todos y hacían lamentación por ella. Pero él dijo: No lloréis; no está muerta, sino que duerme.
Y lloraban todos, y hacían duelo por ella. Y él dijo: No lloréis; no está muerta, sino duerme.