Entonces el espíritu maligno sacudió al hombre violentamente y salió de él dando un alarido.
El espíritu malo salió gritando y haciendo que el hombre se pusiera a temblar muy fuerte.
Y agitándole violentamente el espíritu inmundo, dio un fuerte grito y salió de él.
Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia, y clamando a gran voz, salió de él.
Y el espíritu inmundo, sacudiéndole con violencia, clamando a gran voz, salió de él.