Él, arrojando la capa, dio un salto y se acercó a Jesús.
El ciego tiró su manto, y de un salto se puso de pie y se acercó a Jesús.
Y él, arrojando su manto, dio un brinco y vino donde Jesús.
El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús.
El entonces, arrojando su capa, se levantó y vino a Jesús.