Jesús le dijo: —Vete. Tu fe te ha salvado. Al instante recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.
--Puedes irte --le dijo Jesús--; tu fe te ha sanado. Al momento recobró la vista y empezó a seguir a Jesús por el camino.
Jesús le dijo: —Puedes irte; estás sano porque confiaste en Dios. En ese momento, el ciego pudo ver de nuevo, y siguió a Jesús por el camino.
Jesús le dijo: «Vete, tu fe te ha salvado.» Y al instante, recobró la vista y le seguía por el camino.
Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino.
Y Jesús le dijo: Ve, tu fe te ha sanado. Y al momento recibió su vista, y seguía a Jesús en el camino.