Pero si decimos 'de los hombres…' Temían al pueblo, porque todos consideraban que verdaderamente Juan era profeta.
Pero si decimos: 'De la tierra' ... ' Es que temían al pueblo, porque todos consideraban que Juan era realmente un profeta.
Pero tampoco podemos decir que fue un ser humano quien se la dio.» No querían decir eso, porque tenían miedo de la gente; pues todos creían que Juan era un profeta enviado por Dios.
Pero ¿vamos a decir: “De los hombres?”» Tenían miedo a la gente; pues todos tenían a Juan por un verdadero profeta.
¿Y si decimos, de los hombres...? Pero temían al pueblo, pues todos tenían a Juan como un verdadero profeta.
Y si dijéremos: De los hombres, tememos al pueblo; porque todos juzgaban que Juan, verdaderamente era profeta.