Entonces Jesús les dijo: —Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaban de él.
--Denle, pues, al césar lo que es del césar, y a Dios lo que es de Dios. Y se quedaron admirados de él.
Jesús les dijo: —Denle entonces al emperador lo que es del emperador, y a Dios lo que es de Dios. Al escuchar la respuesta de Jesús, todos quedaron muy asombrados.
Jesús les dijo: «Lo del César, devolvédselo al César, y lo de Dios, a Dios.» Y se maravillaban de él.
Respondiendo Jesús, les dijo: Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaron de él.
Y respondiendo Jesús les dijo: Dad a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaron de él.