Y viendo Jesús que había respondido sabiamente, le dijo: —No estás lejos del reino de Dios. Ya nadie se atrevía a hacerle más preguntas.
Al ver Jesús que había respondido con inteligencia, le dijo: --No estás lejos del reino de Dios. Y desde entonces nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Como Jesús vio que el maestro de la Ley le dio una buena respuesta, le dijo: —No estás lejos del reino de Dios. Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Y Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: «No estás lejos del Reino de Dios.» Y nadie más se atrevía ya a hacerle preguntas.
Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle.
Y Jesús, viendo que respondió sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle.