Iban diciéndose unas a otras: '¿Quién nos quitará la piedra de la entrada del sepulcro?'
Mientras caminaban, se decían unas a otras: «¿Quién quitará la piedra que tapa la entrada de la tumba? ¡Esa piedra es muy grande!» Pero, al mirar la tumba, vieron que la piedra ya no tapaba la entrada.
Se decían unas otras: «¿Quién nos retirará la piedra de la puerta del sepulcro?»
Pero decían entre sí: ¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro?
Y decían entren sí: ¿Quién nos removerá la piedra de la puerta del sepulcro?