Así que el Hijo del hombre es Señor incluso del sábado.
Yo, el Hijo del hombre, soy quien decide qué puede hacerse y qué no puede hacerse en el día de descanso.
De suerte que el Hijo del hombre también es señor del sábado.»
Por tanto, el Hijo del Hombre es Señor aun del día de reposo.
Así que el Hijo del Hombre es Señor aun del sábado.