pero las preocupaciones de este mundo, el engaño de las riquezas y la codicia de otras cosas se entrometen y ahogan la palabra, y queda sin fruto.
pero las preocupaciones de esta vida, el engaño de las riquezas y muchos otros malos deseos entran hasta ahogar la palabra, de modo que ésta no llega a dar fruto.
pero no dejan que el mensaje cambie su vida. Sólo piensan en las cosas que necesitan, en cómo ganar dinero, y en cómo disfrutar de esta vida.
pero las preocupaciones del mundo, la seducción de las riquezas y las demás concupiscencias les invaden y ahogan la Palabra, y queda sin fruto.
pero los afanes de este siglo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran y ahogan la palabra, y se hace infructuosa.
mas los afanes de este mundo, y el engaño de las riquezas, y las codicias de otras cosas, entran, y ahogan la palabra, y se hace infructuosa.